viernes, 4 de diciembre de 2015

La Embriología

La Embriología

La embriología, subdisciplina de la genética (según el código UNESCO), es la rama de la biología que se encarga de estudiar la morfogénisis, el desarrollo embrionario y nervioso desde la gametogénisis  hasta el momento del nacimiento de los seres vivos. La formación y el desarrollo de un embrión es conocido como embriogénisis. Se trata de una disciplina ligada a la anatomía  e histología.
El desarrollo de un embrión se inicia con la fertilización, que origina la formación del cigoto. Cuando finaliza el proceso durante el cual se generan todas las principales estructuras y órganos del producto (primer mes), el embrión se denominará feto.
La teratología (Gr. teratos, monstruo) es la división de la embriología y la anatomía patológica que trata del desarrollo anómalo (anomalías congénitas). Esta rama de la embriología se relaciona con los diversos factores genéticos o ambientales que alteran el desarrollo normal y producen los defectos congénitos.
(Embrio-, de embrios, embrión; -logía, de logos, estudio) En otras palabras, el estudio de las primeras ocho semanas de desarrollo después de la fecundación de un óvulo humano.



Aparato Reproductor Masculino

El aparato reproductor masculino es, junto con el femenino, el encargado de la reproducción, es decir, de la formación de nuevos individuos.
Los principales órganos externos son los testículos, el epidídimo, el pene y el escroto, el saco que envuelve los testículos. Los conductos deferentes y las glándulas accesorias son órganos internos.
Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre hormonas sexuales masculinas (testosterona). Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene. En el transcurso de las relaciones sexuales se produce la eyaculación, que consiste en la liberación del líquido seminal o semen. El semen está compuesto por los espermatozoides producidos por los testículos y diversas secreciones de las glándulas sexuales accesorias, que son la próstata y las glándulas bublbouretrales. 


Higiene del sistema reproductor masculino

  • Lavar todos los días, cuidadosamente la zona genital y la zona anal con jabón de tocador. El glande o cabeza del pene debe lavarse retirando el prepucio o la piel que lo cubre, enjabonar el glande y la zona interna del prepucio, enjuagar y volver a cubrir el glande con el prepucio.
  •  Secar cuidadosamente la zona a fin de evitar la aparición de hongos o de irritaciones.
  • No usar desodorante o perfumes que puedan provocar irritaciones. Se puede usar talco en la zona de los testículos en caso de mucha transpiración.
  • Utilizar ropa interior de algodón, suelta, no apretada para evitar la sudoración excesiva de la zona y la aparición de olores desagradables.
  • Cambiar diariamente la ropa interior.

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